Próstata y Potencia Sexual

martes, 28 de septiembre de 2010



(Colaboración: Dr. Nelson Mederos, Urólogo) Tradicionalmente se asocian los padecimientos de la próstata con disminución de la potencia sexual masculina. De allí que las dolencias prostáticas sean asumidas con recelo y vergüenza, o sencillamente no se admitan. Factores como la edad y enfermedades crónicas asociadas, pueden influir en que ambas patologías coincidan en el tiempo. Pero es importante recalcar que las dos enfermedades son completamente diferentes. Por lo tanto, esa relación que comúnmente se establece entre próstata y potencia sexual es un problema de falsas creencias ampliamente difundidas y tal mito puede traer consigo graves consecuencias para la salud. 
 



La Próstata avisa
La próstata es una glándula que normalmente tiene el tamaño de una nuez, pero con el paso de los años, comienza a proliferar en forma nodular (de nódulos, especie de pequeñas tumoraciones). Estos nódulos incrementan el tamaño de la glándula y producen presión sobre la uretra, de tal modo que dificultan o evitan el flujo urinario.

Es un padecimiento, común, que se inicia alrededor de los 40 años y está presente en la mitad de los hombres de 50 años, el 60% de los mayores de 60 años y en el 90% de los hombres con edades entre los 70 y 80 años. Los síntomas más frecuentes de la formación de nódulos en la próstata están relacionados con dificultades más o menos importantes para orinar.

Próstata, fertilidad y potencia
La próstata puede estar vinculada a la fertilidad, pero no está ligada a la potencia, es decir a la capacidad del hombre para ejecutar el acto sexual. Su responsabilidad en el mismo se limita a producir el líquido lechoso donde se transportan los espermatozoides.

La falsa creencia de que padecimientos de la próstata equivalen a inoperancia sexual masculina, es la causante de descubrimientos tardíos de afecciones prostáticas, que tal vez tratadas tempranamente podían haberse controlado. Es precisamente este tabú el que explica que aún cuando un individuo presente los síntomas, los ignore y, por supuesto, postergue al máximo, la visita al médico.

La Hiperplasia prostática Benigna
El crecimiento benigno de la próstata se conoce como Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) y es un problema anatómico que afecta a la vejiga y los riñones, pues la próstata al llenarse de nódulos presiona estos órganos y dificulta su normal funcionamiento. Pero dado que el período en el cual se presenta la HPB, está entre los 50 y 70 años, y es hacia esa misma época cuando se produce una reducción de la potencia sexual vinculada a la edad, normalmente se asocian ambos eventos.


Cuándo y cómo tratar la HPB
El tratamiento de HPB depende de la fase en que se encuentre la dolencia al momento de realizar el diagnóstico. En las primeras etapas sólo con vigilar la evolución del crecimiento de la glándula será suficiente. En fases más avanzadas, comúnmente será necesario el tratamiento farmacológico, a fin de abordar la obstrucción de la uretra y aliviar la sintomatología que la acompaña. En casos graves o cuando el tratamiento con fármacos se haga insuficiente, está indicada la cirugía. De cualquier forma, la manera de atacar la Hiperplasia Prostática Benigna debe ser una decisión médico-paciente. De allí la importancia de hacerse chequeos anuales con el Urólogo a partir de los 40 años de edad.

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