Cáncer de Próstata: un enemigo silencioso

martes, 15 de marzo de 2011


(Colaboración: Dr. Nelson Mederos, Urólogo)



El Cáncer de Próstata (CP) es un tumor maligno producto del crecimiento anormal de tejidos que puede invadir órganos vecinos y diseminarse en otras partes del cuerpo. Es el cáncer urológico más frecuente. En Venezuela, ocupa el segundo lugar en casos informados de cáncer y el primero en número de muertes por la enfermedad. Por diferentes causas, entre ellas el subregistro, no se conoce la verdadera incidencia y prevalencia del CP y sus factores de riesgo en nuestro país. Es conocida la asociación del CP con factores como la edad, raza negra, dieta rica en grasas animales y herencia (tener un padre o hermano que lo haya padecido).

¿Cómo se diagnostica?
Dado que el CP es una enfermedad tumoral, grave y potencialmente mortal, es responsabilidad del paciente acudir al Urólogo a sus controles anuales a partir de los 50 años. En aquellas personas que tienen factores de riesgo como antecedentes familiares o raza negra, los controles urológicos deben comenzar alrededor de los 40 años. EL Cáncer es curable en su etapa inicial, pero lamentablemente no presenta síntomas en esta fase.
Existen tres procedimientos fundamentales para examinar la próstata:

a.- Determinación del Antígeno Prostático Específico
Es un examen muy útil en la pesquisa, diagnóstico precoz y seguimiento posterior al tratamiento del CP. Consiste en determinar en una muestra de sangre las cantidades de esta sustancia proveniente exclusivamente de la próstata, cuya elevación por encima de los valores normales representa un riesgo o sospecha de ser consecuencia de un tumor maligno. Es bueno tener presente que sus valores alterados pueden ser producto de otras enfermedades o causas.

b.- Examen Digital Prostático (Tacto Rectal)
Por ser la próstata un órgano interno y no poder ser palpado por el abdomen, su examen se logra introduciendo el dedo índice enguantado y lubricado por el ano del paciente. Así, haciendo tacto con la cara posterior de la glándula a través de la pared del recto, se determina el tamaño, consistencia, sensibilidad y presencia de irregularidades que hagan sospechar un tumor maligno. Este estudio es muy útil como pesquisa y diagnóstico temprano del CP.

c.- Biopsia Prostática guiada por Ultrasonido transrectal
Es un procedimiento menor realizado en forma ambulatoria y en el consultorio, mediante el cual una aguja fina es insertada dentro de la próstata para extraer una pequeña muestra de tejido que será examinado bajo el microscopio por el patólogo con el fin de confirmar el diagnóstico. Si los resultados del examen de sangre y/o exploración digital prostática sugieren la posibilidad de cáncer, su Urólogo recomendará una biopsia, para confirmar la ausencia o presencia y magnitud del mismo.
 
¿Cómo se trata?
Confirmado el diagnóstico y valorada su extensión, mediante exámenes complementarios (de ser necesarios) varias opciones de tratamiento se emplean en la actualidad. Estos incluyen Cirugía, Radioterapia interna, (Braquiterapia) o externa, terapia hormonal y en ocasiones quimioterapia.
El diagnóstico precoz del CP aumenta las posibilidades de curación. Si el cáncer se deja desarrollar sin tratamiento puede invadir otros órganos, causando incapacidad y muerte. El cáncer en su etapa avanzada produce síntomas que obligan a la consulta médica y desafortunadamente es menos tratable.
En definitiva, la decisión y selección dependerá del volumen y extensión del tumor, estado de salud, existencia de enfermedades asociadas y expectativa de vida, teniendo el paciente la obligación de participar, luego de oídas las recomendaciones del médico Urólogo tratante.
El hecho de que no haya síntomas no significa que no se tiene la enfermedad potencialmente mortal, lo que pasa es que se está diagnosticando en etapa pre-clínica (antes de manifestarse) ya que cuando se diagnostica en fase clínica la terapia es probablemente paliativa.

DATOS DEL CÁNCER PROSTÁTICO
  • Anualmente en Estados Unidos se registran alrededor de 130.000 nuevos casos de Carcinoma Prostático y la enfermedad causa cada año cerca de 34.000 muertes en ese país. Alrededor de 1 de cada 10 hombres está propenso a desarrollar la enfermedad que puede llegar a ser mortal.
  • La mayoría de los cánceres de próstata comienzan en la parte exterior de la glándula y son asintomáticos, sólo cuando ya está en fases muy avanzadas el tumor presiona la uretra y comienzan a aparecer los síntomas relacionados con el flujo urinario (micción).
  • Con tratamiento temprano el porcentaje de hombres que sobreviven al Cáncer de Próstata más de 10 años es aproximadamente igual al de los que nunca han padecido la enfermedad.
  • En sus etapas iniciales el Cáncer de Próstata es curable
  • El tratamiento a seguir depende de múltiples factores como edad, existencia o no de otras enfermedades y etapa en la que se encuentre el cáncer.
  • Estudios científicos han demostrado que una dieta alta en grasas animales puede contribuir a desarrollar esta forma de cáncer.
  • A medida que el hombre avanza en edad se incrementa también la posibilidad de que esté padeciendo un Cáncer de Próstata.
  • En muchas ocasiones el tratamiento de Cáncer de Próstata no afecta el estilo de vida ni el control urinario.

¿Es grave tener sangre en la orina?




(Colaboración: Dr. Nelson Mederos, Urólogo)
La presencia de sangre en la orina (conocida como Hematuria) es producto de sangramiento en el tracto urinario. La Hematuria puede ser microscópica (al ser detectada mediante exámenes especiales como pruebas químicas y al microscopio), o macroscópica (cuando es apreciada a simple vista y torna a la orina de color rojo u oscura). Ambas condiciones pueden ser un signo de enfermedad y no por ser microscópica o presentar menor cantidad de sangre en la orina, el problema es menos importante. El sangramiento del tracto urinario ocasional, intermitente o permanente puede ser producto de varias causas. En 1 de cada 4 pacientes la fuente de la hematuria es una enfermedad que puede ser grave.

¿Cuáles son las causas?
Entre las causas más comunes de hematuria se encuentran: Cálculos Urinarios, Cistitis o Infecciones Urinarias, Cáncer en cualquier nivel del Tracto Urinario, Tumores Prostáticos, Traumas Urinarios, Enfermedades de la Sangre (Drepanocitosis) y de la coagulación, Efecto de Medicamentos y Enfermedades del Riñón (Inflamación o Glomérulo nefritis). En ocasiones no se encuentran causas aparentes (Idiopáticas).
En oportunidades ciertos alimentos y algunos medicamentos colorean la orina, sin embargo, es el médico quien debe determinar si es necesaria una evaluación más detallada.
Las probabilidades del origen y causa de Hematuria según la edad, basadas en estudios de frecuencia, nos muestran lo siguiente:

1.- Recién Nacidos y lactantes menores de 6 semanas:
La hematuria es rara. De ocurrir es producto, en la mayoría de los casos, de trastornos de coagulación, infecciones urinarias, defectos congénitos o enfermedades renales.

2.- Lactantes mayores, adolescentes y menores de 20 años:
En poco común la presencia de sangre en la orina. Las causas más frecuentes son infecciones e inflamaciones renales y obstrucciones de los conductos urinarios.

3.- Adultos de 20 a 40 años:
Son ocasionadas por Infecciones Urinarias, Cálculos Urinarios, Enfermedad o Inflamación de los Riñones y Cáncer de Vejiga.

4.- Adultos de 41 a 60 años:
Su origen en orden de frecuencia es: Cáncer de Vejiga, Cálculos Urinarios e Infecciones Urinarias.

5.- Mayores de 61 años:
Cáncer de Vejiga, Infecciones Urinarias, Cáncer de Próstata y de Riñón.

¿Cómo se diagnostica y se trata?
Tanto si la sangre es visible en la orina como si no lo es, el paciente necesitará una evaluación exhaustiva para encontrar la causa de la hematuria. El Urólogo realizará un interrogatorio de la historia general y familiar del paciente, así como un examen médico. De igual forma, previa información y participación activa del paciente y familiares, solicitará exámenes especiales tales como: Examen de orina, Cultivo de Orina, Citología de Orina, estudios de imágenes del sistema urinario y pruebas inmunológicas, entre otros y visión endoscópica de los conductos urinarios (de gran importancia porque determina el origen y sitio del sangramiento del tracto urinario).
Debido a que la hematuria puede ser un problema serio, es necesario investigar su origen y tratarlo según la causa. Es importante que el afectado consulte a su Urólogo si ve sangre en su orina, aún cuando sea por primera vez. Tal especialista le indicará y realizará estudios que le garanticen un diagnóstico preciso, así como el tratamiento adecuado, el cual en ocasiones será multidisciplinario, a fin de lograr un estado de salud permanente y una adecuada calidad de vida.

Necesitamos el colesterol

jueves, 3 de marzo de 2011

El colesterol es una de las formas de grasa que circula en el organismo y se deposita en los vasos sanguíneos impidiendo una buena circulación. Tiene dos orígenes: uno producido en el propio organismo y otro que se obtiene a través de los alimentos (especialmente los de origen animal como las carnes rojas, la leche entera,  el queso, los embutidos y las yemas de huevos).

¿Necesitamos el colesterol? La respuesta es sí. Y es una afirmación rotunda, porque el colesterol es indispensable para la vida, pues participa en la formación de las hormonas de la corteza suprarrenal y de las glándulas sexuales, los ácidos biliares (necesarios para la digestión), las membranas celulares y la vitamina D. El problema no es que tengamos colesterol, la condición de riesgo para el sistema cardiovascular se presenta cuando existe exceso de colesterol “malo” en sangre.

Cuando el organismo produce demasiado colesterol o lo absorbe en exceso de los alimentos que se ingieren, esa cantidad extra se deposita en las arterias como placa y origina lo que se conoce como ateroma (placa ateromatosa arterial) que se constituye en origen de numerosas enfermedades cardiovasculares (ECV) entre las que se cuentan los temidos accidentes cerebrovasculares, trombos e infarto del miocardio.

Riesgo individual
Las características personales y familiares, así como el estilo de vida  inciden directamente en los riesgos de padecer ECV de cada persona en particular. En el área de prevención cardiovascular se clasifican los factores de riesgo cardiovasculares entre los que se pueden modificar y los que no.

Los que no se pueden modificar son: antecedentes de ECV, la edad, el sexo (los hombres son más propensos a sufrir ECV a cualquier edad mientras las mujeres después de la menopausia) y la predisposición genética.

Los modificables son: hipertensión arterial, dislipidemia, diabetes, tabaquismo, sedentarismo, obesidad, hipertigliceridemia (altos niveles de triglicéridos).

Si bien algunos de los factores de riesgo modificables representan trastornos crónicos para la salud, la medicina actual cuenta con la terapéutica apropiada para mejorar cada condición y disminuir el impacto de las ECV. Para la hipertensión y la dislipidemia se debe tomar medicación contínua.

Trate de manejar… sólo cuando esté despierto

Dormir poco o no dormir y sentarse al volante puede llegar a ser equivalente a manejar con varios tragos encima. Estudios científicos han demostrado que estar despierto 18 y más horas seguidas y conducir puede acarrear consecuencias similares a manejar en estado de ebriedad. Pero a diferencia del beodo, el adormecido no “caerá” probablemente sobre el volante; peor aún, tendrá momentos de adormecimiento en los cuales, casi sin darse cuenta, perderá el control de la máquina que está manipulando.

Diferentes fuentes estadísticas  estiman que entre un 22 y 30 % de los accidentes de tránsito en general están directamente vinculados con los trastornos del sueño que padecen los conductores.

Conductores de alto riesgo
Obviamente los profesionales del volante, especialmente los que transportan cargas en turnos de la noche, son los más propensos a protagonizar accidentes de tránsito como consecuencia de trastornos del sueño. Pero también pueden resultar conductores de riesgo los que laboran en turnos fijos durante la noche cualquiera sea su actividad (se quintuplica el riesgo) y los que tienen más de un trabajo.
Otro grupo de personas sujetas a sufrir accidentes de tránsito al conducir son las que padecen apnea del sueño, los que realizan viajes de negocio y padecen jet lag (descompensación horaria) y quienes trabajan más de 60 horas por semana.
 
Somnolencia y capacidad de manejar adecuadamente un vehículo 
  • La capacidad de reacción frente al frenado del vehículo que va adelante puede ser 2 y media veces más lenta, lo que implica que se necesitará mayor espacio para frenar.
  • Es más difícil y menos preciso maniobrar porque el tono muscular y el sistema nervioso central están relajados.
  • La acción de manejar se automatiza y en consecuencia ante hechos inesperados se responde de manera más lenta.
  • Se tiende a calcular mal distancias y velocidades, tanto de objetos fijos como en movimiento.
  • Los sentidos se ven afectados en su capacidad de recepción y respuesta. En lo que concierne a la vista disminuye la agudeza y puede haber visión borrosa.
  • Se produce desconcentración y se hacen más frecuentes las distracciones.

Cuándo no se está en condiciones de manejar
Ciertas señales deben ser alertas para autocensurarse de tomar el volante, pues se correría riesgos innecesarios:
  1. Si se está inquieto o irritable.
  2. Cuando se bosteza repetidamente.
  3. Si se siente desconcentrado o con pensamientos incoherentes.
  4. Si se nota manejando sin respetar las distancias (de la acera y de los carros alrededor).
  5. Si se siente soñando despierto.
  6. Si no es capaz de recordar los últimos 2 kilómetros recorridos.

Cómo evitar la somnolencia al transitar en vehículo
-Hágase acompañar por alguien que le pueda asistir o advertir que padece  somnolencia.
-Mantenga fresco el interior de su vehículo. Si puede usar aire acondicionado tanto mejor.
-Esté atento a los controles de su carro.
-Trate de no escuchar música suave o relajante.
-No ingiera comidas pesadas justo antes de manejar.
-Si va a realizar un viaje largo prevea descansos.




Me hago pipí... ¡ no aguanto ! (Incontinencia Urinaria)

lunes, 28 de febrero de 2011




Cuando la vejiga se llena de orina, el esfínter se contrae para esperar el momento en el cual será vaciada. La orden de vaciamiento la emite el cerebro y es lo que conocemos como "ganas de orinar”. En las mujeres que tienen Síndrome de Vejiga Hiperactiva (SVH) la vejiga trasmite demasiada información al cerebro y responde demasiado rápido a sus órdenes, por lo que se produce la  Incontinencia Urinaria (IU)  o incapacidad de contener la micción (acto de orinar).

La IU la padecen sobretodo las mujeres, aunque los hombres no escapan de ella. Las pérdidas involuntarias de orina, representan un problema personal, social e higiénico, que por lo general ocasiona vergüenza y aislamiento, para quienes la padecen.  Esta afección es muy frecuente, por lo que se recomienda que ante los primeros signos se acuda al Urólogo. 

La Incontinencia Urinaria de esfuerzo, se presenta cuando existe debilidad en la unión vesico-uretral (vejiga y uretra), lo que altera el funcionamiento de la continencia. También se complementa con falta de fuerza del piso pélvico o músculos del soporte pélvico.  Un 40 % de las mujeres que tienen IU de esfuerzo sufren del  Síndrome de Vejiga Hiperactiva, el cual consiste en alta frecuencia urinaria, incontinencia por la urgencia y nocturia (alta frecuencia de deseos de orinar durante la noche).

La IU de esfuerzo afecta entre 5 y 10 de cada cien mujeres entre 35 y 65 años de edad. A partir  de los 30 años las estadísticas señalan que 3 de cada 10 mujeres sufre IU y si no recibe tratamiento puede empeorar. Con los años, la frecuencia aumenta hasta a más de la mitad de las mujeres de más cincuenta años.

La Terapia de IU
A todas las pacientes que presenten pérdidas involuntarias de orina se les recomienda acudir al médico Urólogo quien le realizará una historia médica detallada para conocer sus antecedentes neurológicos, quirúrgicos, urológicos y ginecológicos.
Le propondrá llevar un diario vesical (por espacio de 7 días) en donde se realice un registro de datos como cuántos y cuáles líquidos toma diariamente, con qué frecuencia orina, cuándo le sucedieron los acontecimientos de IU y en qué condiciones.
A partir de esa información podrá clasificar  la IU de su paciente y realizará examen físico y pruebas adicionales (análisis de orina y de residuo postmiccional, examen uroneurológico, estudios radiológicos y urodinámicos que le ayudarán a escoger el tipo de tratamiento más adecuado en cada caso).

La base del tratamiento de la IU está en:
  • Reeducación vesical:
  • Cambios de conductas
  • Terapias farmacológicas
  • Realización de ejercicios de Kegel.
  • Eliminar estreñimiento, tabaco y alcohol.
  • Tratar afecciones ginecológicas inflamatorias-infecciosas o neurológicas en mujeres mayores de 50 años.
  • Eliminar tratamientos médicos que están asociados en la provocación de incontinencia urinaria.
                                                                                                    
Usualmente con estas indicaciones un 50% de las pacientes mejora notablemente e incluso supera sus problemas de IU. De no ser así, transcurridos aproximadamente 6 meses de seguir estas recomendaciones con la guía de su Urólogo, la paciente puede ser sometida a tratamientos donde intervienen, en una primera etapa medicamentos y luego otras alternativas.

Lo que no se debe hacer
Correr inmediatamente al baño cuando se tiene la sensación urgente de orinar.
Creer que al llegar lo más rápido posible al baño se evitarán los episodios de IU.
Estar siempre pendiente de la ubicación de los baños, para tomar previsiones del caso y modificar su vida diaria, tanto en su casa como en el trabajo. Esta atención altera la calidad de vida de las pacientes con IU.
Tomar líquidos abundantes en el día o la noche, esto aumentará la frecuencia urinaria y la posibilidad de ocurrir episodios de incontinencia.
Tomar líquidos o comer alimentos considerados irritantes para el sistema urinario.
No aguantar aunque sea un poco las ganas de orinar, sino ante las mínimas ganas de orinar correr al baño.
Promover situaciones que provoquen síntomas urinarios de hiperactividad vesical (tener contacto con agua o superficies frías o metálicas).
Estar constantemente nerviosa y tensa.

Consejos
Ir despacio al baño al tener deseos urgentes de orinar, inclusive deseos normales. La sensación de urgencia pasará aunque no haya orinado.
Si al percibir la IU el paciente está haciendo alguna tarea, debe suspenderla y permanecer en calma, respirando profundamente, relajando todo su cuerpo, excepto la musculatura del piso pélvico. La cual tendrá que contraer y relajar de manera repetida. Deben también “tener la capacidad de aislarse”, de lo que está pasando en relación con la urgencia y de ser posible debe quedarse parado o inclusive acostarse o recostarse, pero siempre contrayendo y relajando la  musculatura perineal. Todo lo mencionado conduce a una inhibición de la hiperactividad vesical (contractilidad vesical exacerbada) lo que hace desaparecer la sensación de urgencia.

El paciente deberá esforzarse en suprimir la sensación de urgencia urinaria una vez logrado encaminarse lentamente al cuarto de baño para orinar, pero recordando siempre los ejercicios de contracción-relajación del piso pélvico muscular.

Tener fortaleza anímica para superar los fracasos iniciales que son frecuentes. El aprendizaje de nuevas habilidades urinarias toma tiempo y mucho sacrificio personal e inclusive del entorno familiar, social y equipo médico.



Ejercicios de Kegel.

En el piso de la pelvis se encuentran capas musculares que recubren  y sostienen, desde el coxis hasta el hueso púbico, en el caso de los hombres la vejiga y los intestinos y en las mujeres la vejiga, el útero y los intestinos. La uretra femenina, (canal delantero por donde se expulsa la orina), la vagina y el recto están dentro de los músculos del piso pélvico. El piso de la pelvis influye en el control de la vejiga, las funciones del  intestino  y también es determinante en las sensaciones sexuales.

Los músculos del piso de la pelvis se debilitan por:

En las mujeres:
Embarazo y parto
Estreñimiento
Por levantar objetos muy pesados con frecuencia
Tos crónica (por fumar, bronquitis y asma)
Sobrepeso
Cambios hormonales de la menopausia

En los hombres:
Una operación de la próstata,
Estreñimiento
Por levantar objetos muy pesados con frecuencia
Tos crónica (por fumar, bronquitis y asma)
Sobrepeso

Asma: menos crisis, más vida

sábado, 26 de febrero de 2011




El asma es una inflamación crónica de las vías aéreas susceptible a ser controlada.



El asma bronquial es la enfermedad crónica más común y puede ser la más grave en niños. Se trata de una inflamación crónica de las vías aéreas, que se caracteriza por una obstrucción bronquial variable y reversible, ya sea de forma espontánea o con tratamiento. El asma es una respuesta aumentada de las vías aéreas ante estímulos, como alergénos, medicamentos, ejercicio, aire frío, llanto y risa.

Afirmaba el Dr. Guillermo Istúriz, insigne neumonólogo venezolano, hoy fallecido y que dedicó buena parte de su ejercicio profesional al estudio y combate de esta enfermedad, que el asma puede iniciarse a cualquier edad, si bien es cierto que,  tradicionalmente, en un alto porcentaje de los casos los niños manifiestan síntomas de padecerla durante los primeros cinco años de vida.

Síntomas infantiles de asma
Tos, disnea y sibilancias, son los primeros síntomas. La gran mayoría de los procesos asmáticos cursan con manifestaciones alérgicas de cualquier tipo, especialmente rinitis alérgica (8 a 9 de cada 10 pacientes). Así, cualquier persona que sufra de rinitis crónica, estornudos a repetición, tos al ejercitarse o durante la noche, disnea o sibilancias; debe ser evaluada por un equipo médico especializado.

El chequeo incluirá una prueba de la función pulmonar que es muy sencilla y arroja resultados de significación. Consiste en hacer soplar a los pacientes en un dispositivo para medir el flujo pico de los pulmones. Si los valores que arroja son normales, se descarta el asma. De no ser así, se le administra un broncodilatador y se repite la prueba. Si en la segunda oportunidad la función pulmonar (luego de haber recibido el broncodilatador) aumenta entre un 20 y 30 % se considera que la prueba es positiva.

Factores que predisponen
El asma es una enfermedad en la que el paciente períodos asintomáticos y momentos de crisis. El objetivo de su control es lograr que las fases asintomáticas sean cada vez más largas, es decir que no se presenten crisis. Existe una serie de factores que predisponen la aparición de asma bronquial, de ellos probablemente el más importante es el genético. Los hijos de personas que padecen de asma tienen el doble de posibilidades de desarrollar la enfermedad que los hijos de no asmáticos. Otros de importancia son:

Padecer dermatitis o rinitis alérgica
Estar expuesto a alérgenos e la casa como ácaros de polvo y pelos o plumas de mascotas.
Sufrir infecciones virales durante los primeros años de vida
Vivir entre fumadores.

Asma y bronquios
El asma produce tres manifestaciones en los bronquios

Inflamación
Como respuesta alérgica a su sensibilización, los bronquios se inflaman y se obstruyen. Esto produce contracción de la musculatura bronquial y aumento de las secreciones.

Contracción
Al ser expuestos a estímulos capaces de irritarlos como humo, gases, olores, aire frío, ejercicios, risa o tos; los bronquios de los asmáticos se contraen de una forma exagerada lo que provoca que la vía aérea se estreche.

Obstrucción
Cuya intensidad puede variar y es reversible. En el momento de las crisis, se dificulta la circulación de aire, por lo que se sienten los silbidos y disnea al respirar y la sensación de ausencia de aire. Al superar la crisis, el aire transita normalmente por los bronquios y desaparecen los síntomas aún cuando la inflamación persiste.

La ausencia de síntomas es la evidencia de control de la enfermedad no su curación.

90% de Ca de mamas puede ser curable

viernes, 25 de febrero de 2011




Si es detectado tempranamente y está localizado el Ca de mamas puede remitir con tratamiento.



Las mamas, signo femenino por excelencia, pueden y deben ser examinadas mensualmente en la búsqueda de alteraciones que puedan ayudar a prevenir el Cáncer de mama (Ca de mamas). Afortunadamente, la mujer actual tiene cada vez mayor conciencia de la importancia del autoexamen y la mamografía, como herramientas fundamentales para diagnosticar precozmente el Ca de mamas y, en tales casos, la estadística de sobrevida es elevada.

Ca de mamas
El Ca de mamas es una enfermedad caracterizada por tumores que modifican la estructura, y a veces el tamaño, de la glándula mamaria. Si no es diagnosticado precozmente y su expansión continúa sin recibir atención médica adecuada, puede invadir tejidos y otros órganos.

Frecuencia en cifras
El Ca de mamas ocupa el segundo lugar en causa de muertes por tumores malignos en la mujer y aparece sin distingos de edad, estrato social o raza. Es la causa más importante de muerte de cáncer en la mujer con edades entre 15 y 54 años. Si bien es más frecuente en mujeres de más de 50 años, una de cada tres mujeres  que lo han padecido tenía edades entre 39 y 49 años.

Factores de predisposición
Se sabe que la existencia en la historia personal de ciertos factores aumenta las posibilidades de padecer el Ca de mamas; algunos de ellos son:

Nuliparidad
No haber tenido hijos o haberlos tenido después de los 35 años.

Menarquia temprana
Comienzo de las menstruaciones antes de los 10 años o menopausia tardía.

Alteraciones proliferativas
Haber tenido biopsias mamarias con lesiones premalignas.

Empleo de hormonas
Existe un pequeño aumento de la incidencia de Ca de mamas en personas que han recibido estrógenos orales o tratamiento de los síntomas de Menopausia. Este aumento aparece, sobretodo, cuando su uso ha sido prolongado y se han empleado dosis altas.

Antecedentes familiares
Tener un familiar con Ca de mamas aumenta el riesgo, especialmente si se enfermó antes de la menopausia, si lo tuvo en las dos mamas, o si es un familiar de primer grado (madre, hermanas, hijas, tías). Son tan importantes los antecedentes por vía materna como paterna.

Otros factores
Asimismo, las dietas ricas en grasas de origen animal, abusos de alcohol y exceso de peso corporal, podrían incrementar el riesgo de desarrollar Ca de mamas después de la menopausia.

¿Qué y dónde buscar?
Al hacerse el autoexamen es importante revisar todas las partes del seno, pero es necesario hacer hincapié en:

1.-Bultos de aparición espontánea y que no desaparezcan, incluso en la axila.
2.-Adherencias de la piel a la mama.
3.-Salida de líquido por el pezón.
4.-Hundimiento del pezón.
5.-Todo aquello que modifique la forma, tamaño o densidad de la mama.

¿Para qué sirve la detección precoz?
Básicamente porque el 90% del Ca de mamas localizado (que no se ha extendido) es curable. Lo ideal sería:

1.-Iniciar el autoexamen y convertirlo en rutina mensual a partir de los 19 años de edad.
2.-Hacerse un examen médico cada tres años, entre los 20 y 40 años, y anualmente después de esa edad.
3.-Hacerse la primera mamografía entre los 35 y 40 años, cada 1 ó 2 años entre los 40 y 49 años, y anualmente a partir de los 50.