El asma es una inflamación crónica de las
vías aéreas susceptible a ser controlada.
El asma bronquial es la enfermedad crónica más común
y puede ser la más grave en niños. Se trata de una inflamación crónica de las
vías aéreas, que se caracteriza por una obstrucción bronquial variable y
reversible, ya sea de forma espontánea o con tratamiento. El asma es una
respuesta aumentada de las vías aéreas ante estímulos, como alergénos,
medicamentos, ejercicio, aire frío, llanto y risa.
Afirmaba el Dr. Guillermo Istúriz, insigne
neumonólogo venezolano, hoy fallecido y que dedicó buena parte de su ejercicio
profesional al estudio y combate de esta enfermedad, que el asma puede
iniciarse a cualquier edad, si bien es cierto que, tradicionalmente, en un alto porcentaje de
los casos los niños manifiestan síntomas de padecerla durante los primeros
cinco años de vida.
Síntomas
infantiles de asma
Tos, disnea y sibilancias, son los primeros
síntomas. La gran mayoría de los procesos asmáticos cursan con manifestaciones
alérgicas de cualquier tipo, especialmente rinitis alérgica (8 a 9 de cada 10 pacientes).
Así, cualquier persona que sufra de rinitis crónica, estornudos a repetición,
tos al ejercitarse o durante la noche, disnea o sibilancias; debe ser evaluada
por un equipo médico especializado.
El chequeo incluirá una prueba de la función
pulmonar que es muy sencilla y arroja resultados de significación. Consiste en
hacer soplar a los pacientes en un dispositivo para medir el flujo pico de los
pulmones. Si los valores que arroja son normales, se descarta el asma. De no
ser así, se le administra un broncodilatador y se repite la prueba. Si en la
segunda oportunidad la función pulmonar (luego de haber recibido el
broncodilatador) aumenta entre un 20 y 30 % se considera que la prueba es
positiva.
Factores
que predisponen
El asma es una enfermedad en la que el paciente
períodos asintomáticos y momentos de crisis. El objetivo de su control es
lograr que las fases asintomáticas sean cada vez más largas, es decir que no se
presenten crisis. Existe una serie de factores que predisponen la aparición de
asma bronquial, de ellos probablemente el más importante es el genético. Los
hijos de personas que padecen de asma tienen el doble de posibilidades de
desarrollar la enfermedad que los hijos de no asmáticos. Otros de importancia
son:
Padecer
dermatitis o rinitis alérgica
Estar
expuesto a alérgenos e la casa como ácaros de polvo y pelos o plumas de
mascotas.
Sufrir
infecciones virales durante los primeros años de vida
Vivir
entre fumadores.
Asma y
bronquios
El asma produce tres manifestaciones en los
bronquios
Inflamación
Como respuesta alérgica a su sensibilización, los
bronquios se inflaman y se obstruyen. Esto produce contracción de la
musculatura bronquial y aumento de las secreciones.
Contracción
Al ser expuestos a estímulos capaces de irritarlos
como humo, gases, olores, aire frío, ejercicios, risa o tos; los bronquios de
los asmáticos se contraen de una forma exagerada lo que provoca que la vía aérea
se estreche.
Obstrucción
Cuya intensidad puede variar y es reversible. En
el momento de las crisis, se dificulta la circulación de aire, por lo que se sienten
los silbidos y disnea al respirar y la sensación de ausencia de aire. Al
superar la crisis, el aire transita normalmente por los bronquios y desaparecen
los síntomas aún cuando la inflamación persiste.
La ausencia de síntomas es la evidencia de control
de la enfermedad no su curación.
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