Me hago pipí... ¡ no aguanto ! (Incontinencia Urinaria)

lunes, 28 de febrero de 2011




Cuando la vejiga se llena de orina, el esfínter se contrae para esperar el momento en el cual será vaciada. La orden de vaciamiento la emite el cerebro y es lo que conocemos como "ganas de orinar”. En las mujeres que tienen Síndrome de Vejiga Hiperactiva (SVH) la vejiga trasmite demasiada información al cerebro y responde demasiado rápido a sus órdenes, por lo que se produce la  Incontinencia Urinaria (IU)  o incapacidad de contener la micción (acto de orinar).

La IU la padecen sobretodo las mujeres, aunque los hombres no escapan de ella. Las pérdidas involuntarias de orina, representan un problema personal, social e higiénico, que por lo general ocasiona vergüenza y aislamiento, para quienes la padecen.  Esta afección es muy frecuente, por lo que se recomienda que ante los primeros signos se acuda al Urólogo. 

La Incontinencia Urinaria de esfuerzo, se presenta cuando existe debilidad en la unión vesico-uretral (vejiga y uretra), lo que altera el funcionamiento de la continencia. También se complementa con falta de fuerza del piso pélvico o músculos del soporte pélvico.  Un 40 % de las mujeres que tienen IU de esfuerzo sufren del  Síndrome de Vejiga Hiperactiva, el cual consiste en alta frecuencia urinaria, incontinencia por la urgencia y nocturia (alta frecuencia de deseos de orinar durante la noche).

La IU de esfuerzo afecta entre 5 y 10 de cada cien mujeres entre 35 y 65 años de edad. A partir  de los 30 años las estadísticas señalan que 3 de cada 10 mujeres sufre IU y si no recibe tratamiento puede empeorar. Con los años, la frecuencia aumenta hasta a más de la mitad de las mujeres de más cincuenta años.

La Terapia de IU
A todas las pacientes que presenten pérdidas involuntarias de orina se les recomienda acudir al médico Urólogo quien le realizará una historia médica detallada para conocer sus antecedentes neurológicos, quirúrgicos, urológicos y ginecológicos.
Le propondrá llevar un diario vesical (por espacio de 7 días) en donde se realice un registro de datos como cuántos y cuáles líquidos toma diariamente, con qué frecuencia orina, cuándo le sucedieron los acontecimientos de IU y en qué condiciones.
A partir de esa información podrá clasificar  la IU de su paciente y realizará examen físico y pruebas adicionales (análisis de orina y de residuo postmiccional, examen uroneurológico, estudios radiológicos y urodinámicos que le ayudarán a escoger el tipo de tratamiento más adecuado en cada caso).

La base del tratamiento de la IU está en:
  • Reeducación vesical:
  • Cambios de conductas
  • Terapias farmacológicas
  • Realización de ejercicios de Kegel.
  • Eliminar estreñimiento, tabaco y alcohol.
  • Tratar afecciones ginecológicas inflamatorias-infecciosas o neurológicas en mujeres mayores de 50 años.
  • Eliminar tratamientos médicos que están asociados en la provocación de incontinencia urinaria.
                                                                                                    
Usualmente con estas indicaciones un 50% de las pacientes mejora notablemente e incluso supera sus problemas de IU. De no ser así, transcurridos aproximadamente 6 meses de seguir estas recomendaciones con la guía de su Urólogo, la paciente puede ser sometida a tratamientos donde intervienen, en una primera etapa medicamentos y luego otras alternativas.

Lo que no se debe hacer
Correr inmediatamente al baño cuando se tiene la sensación urgente de orinar.
Creer que al llegar lo más rápido posible al baño se evitarán los episodios de IU.
Estar siempre pendiente de la ubicación de los baños, para tomar previsiones del caso y modificar su vida diaria, tanto en su casa como en el trabajo. Esta atención altera la calidad de vida de las pacientes con IU.
Tomar líquidos abundantes en el día o la noche, esto aumentará la frecuencia urinaria y la posibilidad de ocurrir episodios de incontinencia.
Tomar líquidos o comer alimentos considerados irritantes para el sistema urinario.
No aguantar aunque sea un poco las ganas de orinar, sino ante las mínimas ganas de orinar correr al baño.
Promover situaciones que provoquen síntomas urinarios de hiperactividad vesical (tener contacto con agua o superficies frías o metálicas).
Estar constantemente nerviosa y tensa.

Consejos
Ir despacio al baño al tener deseos urgentes de orinar, inclusive deseos normales. La sensación de urgencia pasará aunque no haya orinado.
Si al percibir la IU el paciente está haciendo alguna tarea, debe suspenderla y permanecer en calma, respirando profundamente, relajando todo su cuerpo, excepto la musculatura del piso pélvico. La cual tendrá que contraer y relajar de manera repetida. Deben también “tener la capacidad de aislarse”, de lo que está pasando en relación con la urgencia y de ser posible debe quedarse parado o inclusive acostarse o recostarse, pero siempre contrayendo y relajando la  musculatura perineal. Todo lo mencionado conduce a una inhibición de la hiperactividad vesical (contractilidad vesical exacerbada) lo que hace desaparecer la sensación de urgencia.

El paciente deberá esforzarse en suprimir la sensación de urgencia urinaria una vez logrado encaminarse lentamente al cuarto de baño para orinar, pero recordando siempre los ejercicios de contracción-relajación del piso pélvico muscular.

Tener fortaleza anímica para superar los fracasos iniciales que son frecuentes. El aprendizaje de nuevas habilidades urinarias toma tiempo y mucho sacrificio personal e inclusive del entorno familiar, social y equipo médico.



Ejercicios de Kegel.

En el piso de la pelvis se encuentran capas musculares que recubren  y sostienen, desde el coxis hasta el hueso púbico, en el caso de los hombres la vejiga y los intestinos y en las mujeres la vejiga, el útero y los intestinos. La uretra femenina, (canal delantero por donde se expulsa la orina), la vagina y el recto están dentro de los músculos del piso pélvico. El piso de la pelvis influye en el control de la vejiga, las funciones del  intestino  y también es determinante en las sensaciones sexuales.

Los músculos del piso de la pelvis se debilitan por:

En las mujeres:
Embarazo y parto
Estreñimiento
Por levantar objetos muy pesados con frecuencia
Tos crónica (por fumar, bronquitis y asma)
Sobrepeso
Cambios hormonales de la menopausia

En los hombres:
Una operación de la próstata,
Estreñimiento
Por levantar objetos muy pesados con frecuencia
Tos crónica (por fumar, bronquitis y asma)
Sobrepeso

Asma: menos crisis, más vida

sábado, 26 de febrero de 2011




El asma es una inflamación crónica de las vías aéreas susceptible a ser controlada.



El asma bronquial es la enfermedad crónica más común y puede ser la más grave en niños. Se trata de una inflamación crónica de las vías aéreas, que se caracteriza por una obstrucción bronquial variable y reversible, ya sea de forma espontánea o con tratamiento. El asma es una respuesta aumentada de las vías aéreas ante estímulos, como alergénos, medicamentos, ejercicio, aire frío, llanto y risa.

Afirmaba el Dr. Guillermo Istúriz, insigne neumonólogo venezolano, hoy fallecido y que dedicó buena parte de su ejercicio profesional al estudio y combate de esta enfermedad, que el asma puede iniciarse a cualquier edad, si bien es cierto que,  tradicionalmente, en un alto porcentaje de los casos los niños manifiestan síntomas de padecerla durante los primeros cinco años de vida.

Síntomas infantiles de asma
Tos, disnea y sibilancias, son los primeros síntomas. La gran mayoría de los procesos asmáticos cursan con manifestaciones alérgicas de cualquier tipo, especialmente rinitis alérgica (8 a 9 de cada 10 pacientes). Así, cualquier persona que sufra de rinitis crónica, estornudos a repetición, tos al ejercitarse o durante la noche, disnea o sibilancias; debe ser evaluada por un equipo médico especializado.

El chequeo incluirá una prueba de la función pulmonar que es muy sencilla y arroja resultados de significación. Consiste en hacer soplar a los pacientes en un dispositivo para medir el flujo pico de los pulmones. Si los valores que arroja son normales, se descarta el asma. De no ser así, se le administra un broncodilatador y se repite la prueba. Si en la segunda oportunidad la función pulmonar (luego de haber recibido el broncodilatador) aumenta entre un 20 y 30 % se considera que la prueba es positiva.

Factores que predisponen
El asma es una enfermedad en la que el paciente períodos asintomáticos y momentos de crisis. El objetivo de su control es lograr que las fases asintomáticas sean cada vez más largas, es decir que no se presenten crisis. Existe una serie de factores que predisponen la aparición de asma bronquial, de ellos probablemente el más importante es el genético. Los hijos de personas que padecen de asma tienen el doble de posibilidades de desarrollar la enfermedad que los hijos de no asmáticos. Otros de importancia son:

Padecer dermatitis o rinitis alérgica
Estar expuesto a alérgenos e la casa como ácaros de polvo y pelos o plumas de mascotas.
Sufrir infecciones virales durante los primeros años de vida
Vivir entre fumadores.

Asma y bronquios
El asma produce tres manifestaciones en los bronquios

Inflamación
Como respuesta alérgica a su sensibilización, los bronquios se inflaman y se obstruyen. Esto produce contracción de la musculatura bronquial y aumento de las secreciones.

Contracción
Al ser expuestos a estímulos capaces de irritarlos como humo, gases, olores, aire frío, ejercicios, risa o tos; los bronquios de los asmáticos se contraen de una forma exagerada lo que provoca que la vía aérea se estreche.

Obstrucción
Cuya intensidad puede variar y es reversible. En el momento de las crisis, se dificulta la circulación de aire, por lo que se sienten los silbidos y disnea al respirar y la sensación de ausencia de aire. Al superar la crisis, el aire transita normalmente por los bronquios y desaparecen los síntomas aún cuando la inflamación persiste.

La ausencia de síntomas es la evidencia de control de la enfermedad no su curación.

90% de Ca de mamas puede ser curable

viernes, 25 de febrero de 2011




Si es detectado tempranamente y está localizado el Ca de mamas puede remitir con tratamiento.



Las mamas, signo femenino por excelencia, pueden y deben ser examinadas mensualmente en la búsqueda de alteraciones que puedan ayudar a prevenir el Cáncer de mama (Ca de mamas). Afortunadamente, la mujer actual tiene cada vez mayor conciencia de la importancia del autoexamen y la mamografía, como herramientas fundamentales para diagnosticar precozmente el Ca de mamas y, en tales casos, la estadística de sobrevida es elevada.

Ca de mamas
El Ca de mamas es una enfermedad caracterizada por tumores que modifican la estructura, y a veces el tamaño, de la glándula mamaria. Si no es diagnosticado precozmente y su expansión continúa sin recibir atención médica adecuada, puede invadir tejidos y otros órganos.

Frecuencia en cifras
El Ca de mamas ocupa el segundo lugar en causa de muertes por tumores malignos en la mujer y aparece sin distingos de edad, estrato social o raza. Es la causa más importante de muerte de cáncer en la mujer con edades entre 15 y 54 años. Si bien es más frecuente en mujeres de más de 50 años, una de cada tres mujeres  que lo han padecido tenía edades entre 39 y 49 años.

Factores de predisposición
Se sabe que la existencia en la historia personal de ciertos factores aumenta las posibilidades de padecer el Ca de mamas; algunos de ellos son:

Nuliparidad
No haber tenido hijos o haberlos tenido después de los 35 años.

Menarquia temprana
Comienzo de las menstruaciones antes de los 10 años o menopausia tardía.

Alteraciones proliferativas
Haber tenido biopsias mamarias con lesiones premalignas.

Empleo de hormonas
Existe un pequeño aumento de la incidencia de Ca de mamas en personas que han recibido estrógenos orales o tratamiento de los síntomas de Menopausia. Este aumento aparece, sobretodo, cuando su uso ha sido prolongado y se han empleado dosis altas.

Antecedentes familiares
Tener un familiar con Ca de mamas aumenta el riesgo, especialmente si se enfermó antes de la menopausia, si lo tuvo en las dos mamas, o si es un familiar de primer grado (madre, hermanas, hijas, tías). Son tan importantes los antecedentes por vía materna como paterna.

Otros factores
Asimismo, las dietas ricas en grasas de origen animal, abusos de alcohol y exceso de peso corporal, podrían incrementar el riesgo de desarrollar Ca de mamas después de la menopausia.

¿Qué y dónde buscar?
Al hacerse el autoexamen es importante revisar todas las partes del seno, pero es necesario hacer hincapié en:

1.-Bultos de aparición espontánea y que no desaparezcan, incluso en la axila.
2.-Adherencias de la piel a la mama.
3.-Salida de líquido por el pezón.
4.-Hundimiento del pezón.
5.-Todo aquello que modifique la forma, tamaño o densidad de la mama.

¿Para qué sirve la detección precoz?
Básicamente porque el 90% del Ca de mamas localizado (que no se ha extendido) es curable. Lo ideal sería:

1.-Iniciar el autoexamen y convertirlo en rutina mensual a partir de los 19 años de edad.
2.-Hacerse un examen médico cada tres años, entre los 20 y 40 años, y anualmente después de esa edad.
3.-Hacerse la primera mamografía entre los 35 y 40 años, cada 1 ó 2 años entre los 40 y 49 años, y anualmente a partir de los 50.